LA CARTA DE LA TIERRA
Principios sobre Derechos y Obligaciones Generales
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
Habiéndose reunido en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992,
Reafirmando la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano aprobada en Estocolomo el 16 de junio de 1972, y tratando de basarse en ella,
Con el objetivo de establecer una coalición mundial nueva y equitativa mediante la creación de nuevos niveles de cooperación entre los Estados Unidos, los sectores claves de las sociedades y las personas,
Procurando alcanzar acuerdos internacionales en los que se respeten los intereses de todos y se proteja la integridad del sistema ambiental y de desarrollo mundial,
Reconociendo la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra, nuestro hogar,
Proclama que:
1. Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.
2. De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo y la responsabilidad de garantizar que las actividades realizadas en su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros Estados o de regiones que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
3. El derecho al desarrollo debe ejercerse a fin de responder de manera equitativa a las necesidades ambientales y de desarrollo de las generaciones presentes y futuras.
4. A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir un elemento integrante del proceso de desarrollo y no puede considerarse en forma aislada.
5. Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de reducir las disparidades en la calidad de vida y responder mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.
6. La situación y las necesidades especiales de los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los más vulnerables desde el punto de vista ambiental, deberán recibir una prioridad especial. En las medidas internacionales adoptadas con respecto al medio ambiente y el desarrollo también se deberían tener en cuenta los intereses y las necesidades de todos los países.
7. Los Estados deberán cooperar en un espíritu de coalición mundial para conservar, proteger y restablecer la salud e integridad del ecosistema de la Tierra. En vista de las diferentes contribuciones a la degradación del medio ambiente mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad que les corresponde en la búsqueda internacional de un desarrollo sostenible en vista de las presiones que su sociedades ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y los recursos financieros de que disponen.
8. Para alcanzar un desarrollo sostenible y una mayor calidad para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas apropiadas.
9. Los Estados deberían cooperar para reforzar la creación de capacidades nacionales para lograr un desarrollo, aumentando el saber científico mediante el intercambio de conocimientos científicos y tecnológicos, y mejorando el desarrollo, la adaptación, la difusión y la transferencia de tecnologías, entre éstas, tecnologías nuevas e innovadoras.
10. El mejor método de tratar las cuestiones ambientales es mediante la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano nacional, cada individuo deberá tener acceso adecuado a la información relativa al medio ambiente de que disponen las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que ofrecen peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación del público poniendo la información a disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes.
11. Los Estados deberán promulgar leyes sobre el medio ambiente. Las normas ambientales y los objetivos y prioridades en materia de gestión del medio ambiente deberían reflejar el contexto ambiental y de desarrollo al que que aplican. Las normas aplicadas por algunos países pueden resultar inadecuadas y representar un costo social y económico injustificado para otros países, en particular para los países en desarrollo.
12. Los Estados deberían cooperar para promover un sistema económico internacional favorable y abierto que llevara al crecimiento económico y el desarrollo sostenible de todos los países, a fin de tratar mejor los problemas de la degradación ambiental. Las medidas de política comercial para fines ambientales no deberían constituir un medio de discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción velada del comercio internacional. Se debería evitar tomar medidas unilaterales para solucionar los problemas ambientales que se producen fuera de la jurisdicción del país importador.
Las medidas destinadas a tratar problemas ambientales transfronterizos o mundiales deberían, en la medida de lo posible, basarse en un consenso internacional.
13. Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a la responsabilidad y la indemnización respecto de las víctimas de la contaminación y otros daños ambientales. Los Estados deberán cooperar asimismo de manera expedita y más decidida para elaborar nuevas leyes internacionales relativas a la responsabilidad y la indemnización por los efectos negativos de los daños ambientales causados por las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control, en zonas situadas fuera de su jurisdicción.
14. Los Estados deberían cooperar efectivamente para desalentar o evitar la reubicación y la transferencia a otros Estados de actividades y sustancias que causen degradación ambiental grave o se consideren nocivas para la salud humana.
15. Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de una certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.
16. Las autoridades nacionales deberían procurar asegurar la internacionalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina debe, en principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales.
17. Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un impacto negativo considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la decisión de una autoridad competente.
18. Los Estados deberán notificar inmediatamente a otros Estados los desastres naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos nocivos súbitos en el medio ambiente de esos Estados. La comunidad internacional deberá hacer todo lo posible por ayudar a los Estados afectados por los desastres.
19. Los Estados deberán proporcionar la información pertinente y notificar previamente y en forma oportuna a los Estados que pueden verse afectados por actividades que puedan tener considerables efectos ambientales nocivos transfronterizos y deberán celebrar consultas con esos Estados en una fecha temprana y de buena fe.
20. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y la organización del medio ambiente. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena colaboración para lograr el desarrollo sostenible.
21. Deberán movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del mundo para forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y asegurar un mejor futuro para todos.
22. Los pueblos indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo, debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y prestar el apoyo debido a su identidad, cultura e interés y velar por su participación efectiva en el logro del desarrollo sostenible.
23. Deben protegerse el medio ambiente y los recursos naturales de los pueblos sometidos a esa forma de opresión, dominación y ocupación.
24. La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En consecuencia, los Estados deberán respetar el derecho internacional proporcionando protección al medio ambiente en épocas de conflicto armado, y cooperar para su ulterior mejoramiento, según sea necesario.
25. La paz, el desarrollo y la protección del medio ambiente son interdependientes e inseparables.
26. Los Estados deberán resolver todas sus controversias sobre el medio ambiente por medios pacíficos y con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas.
27. Los Estados y los pueblos deberán cooperar de buena fe y con espíritu de solidaridad en la aplicación de los principios consagrados en esta Declaración y en el desarrollo ulterior del derecho internacional en la esfera del desarrollo sostenible.
La Deforestación
jueves, 22 de abril de 2010
¿Que es?
¿Qué es el Día de la Tierra?
El Día de la Tierra, 22 de abril, es una celebración anual del medio ambiente que compartimos y el momento de evaluar la labor aún necesaria para proteger los dones naturales de nuestro planeta. El Día de la Tierra no es una fiesta nacional. Si bien no existe una organización central, muchas organizaciones no gubernamentales trabajan para registrar las miles de actividades locales en escuelas y parques que marcan el día.
El Día de la Tierra afirma que la conscientización hacia el medio ambiente es parte de la consciencia nacional y que la idea de proteger nuestro entorno, otrora el dominio de unos cuantos conservacionistas, se ha movido desde un extremo hasta la corriente central del pensamiento estadounidense.
Esto, claro está, no siempre fue así. En el Siglo XIX los estadounidenses bendecidos con una tierra vasta y rica en recursos naturales, vivían en la creencia que los campos frescos siempre estarían en el horizonte; cuando se agotara el suelo, o los bosques o el carbón en un lugar determinado podrían mudarse a otro lugar. A medida que la industria floreció a principios del Siglo XX, la gente aceptó sin cuestionar que los cielos se obscurecieran por las emisiones de las chimeneas y los ríos se llenaron de desechos industriales. A mediados de los años treinta, y una vez más en los cincuenta, el Río Cuyohoga de Ohio, que nace en el corazón industrial de los Estados Unidos, se encendió por los desechos químicos de las fábricas construidas a lo largo de sus márgenes. Poca gente siquiera lo notó. No hubo protesta pública.
Durante los años sesenta, la actitud pública empezó a cambiar. En 1962, una bióloga marina llamada Rachel Carzon publicó "Primavera Silente", título que se refería a un futuro sin aves y describía en un lenguaje llano los devastadores efectos a largo plazo de los pesticidas altamente tóxicos y otros agentes químicos empleados comúnmente en la agricultura, la industria y el día a día por millones de estadounidenses. El libro sorpresivamente se ubicó entre los más vendidos. En 1968, los astronautas del Apollo, a su regreso del vuelo pionero orbitando de la luna, fotografiaron por vez primera el planeta Tierra en su totalidad. Esta imagen de la Tierra: pequeña, frágil, hermosa y única, rápidamente quedó impresa en la psique de millones. En 1969, el flujo Industrial en el Río Cuyohoga nuevamente provocó un incendio. Esta vez, la reacción del público fue inmediata e intensa. Los habitantes de Cleveland, Ohio, donde tuvo lugar el incendio, se convirtieron en el hazmereír, y la canción satírica "Burn On, Big River, Burn On" (Quémate, gran río, quémate) se escuchó en las radios de todo el país. Ese mismo año, el Congreso de los Estados Unidos promulgó la Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA), declarando una política nacional que alentaría la armonía productiva y deleitable entre el hombre y su entorno.
Paralelamente con esta lenta conscientización ambiental, hubo una oposición cada vez mayor a la participación de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam. Las manifestaciones públicas contra la guerra, particularmente las realizadas en las universidades, impulsaron las ideas de que las acciones individuales harían la diferencia, y que los desafíos organizados al status quo que podían cambiar de hecho la política y la conducta pública.
Gaylord Nelson, entonces Senador por Wisconsin y por mucho tiempo conservacionista , fue una de las personas que entendió que los métodos desarrollados para la protesta contra la guerra bien podían ser eficaces en otras esferas. "En aquel momento", escribió Nelson, "había gran descontento en las universidades a causa de la guerra en Vietnam. Se realizaron protestas denominadas clases anti guerra a lo largo de los centros educativos de toda la nación. En un vuelo desde Santa Barbara a la Universidad de California en Berkeley, leí un artículo sobre tales clases, y de pronto se me ocurrió: ¿Porqué no dar una clase nacional sobre el medio ambiente? he aquí el origen del Día de la Tierra"
Asido a esta idea, Nelson regresó a Washington en agosto de 1969 y empezó a promover el Día de la Tierra entre gobernadores, alcaldes de las principales ciudades, editores de periódicos universitarios y, lo que es más importante, en la Revista Académica, que circula en las escuelas primarias y secundarias de todo el país. En septiembre, Nelson anunció formalmente que habría una clase nacional sobre el medio ambiente en la primavera de 1970. Posteriormente narró lo que sucedió a continuación:
"Los servicios por cable difundieron el artículo por todo el país. La respuesta fue increíble. Actuó como los funcionarios que reprimen el crimen organizado. Telegramas, cartas y llamadas telefónicas llovieron de todo el país.
Con la ayuda del personal del Senado, llevé a cabo actividades relativas al Día de la Tierra fuera de mi oficina. Para diciembre, el movimiento se había expandido tan rápidamente que se hizo necesario abrir una oficina en Washington para servir de centro nacional de distribución de información y atender las preguntas y actividades concernientes al Día de la Tierra. A ese punto, contraté a Denis Hayes y otras personas para coordinar el esfuerzo.
El Día de la Tierra alcanzó lo que yo ansiaba. El objetivo consistió en demostrar una inquietud tan grande por el ambiente a nivel nacional, que sacudiera la arena política. Fue una jugada riesgosa, pero funcionó. Unos veinte millones de personas participaron en manifestaciones pacíficas en todo el país. Diez mil escolares y liceístas, dos mil colegios universitarios y un mil comunidades tomaron parte.
Realmente fue una asombrosa explosión popular. La gente se preocupaba y el Día de la Tierra se convirtió en la primera oportunidad que jamás habían tenido para unirse en una manifestación nacional que enviara un gran mensaje a los políticos: el mensaje de que despertaran e hicieran algo.
Funcionó por la respuesta espontánea y entusiasta a nivel popular. Nada igual había ocurrido antes. Si bien nuestra organización en los centros educativos fue bastante buena, las miles de actividades en nuestras escuelas y comunidades se generaron a nivel local. No contábamos ni con el tiempo, ni con los recursos para organizar a los diez mil escolares y liceístas y al millar de comunidades que participaron. Simplemente se organizaron ellos mismos. Eso es lo notable del Día de la Tierra
Una legislación federal revolucionaria sucedió al éxito del primer Día de la Tierra. En 1970 se creó la Agencia de Protección Ambiental, seguida por la Ley del Aire Limpio, la Ley de Aguas Limpias de 1972 y la Ley de Especies en Peligro de Extinción de 1973. Entre las disposiciones más ambiciosas de estas leyes se encuentra el requerimiento de que los automóviles utilicen gasolina sin plomo, se adhieran a un mínimo de kilómetros por galón de gasolina y se equipen con catalizadores que reduzcan la cantidad de vapores tóxicos emitidos por los tubos de escape de los vehículos.
El Día de la Tierra pareció desaparecer. Aun cuando continuaron las celebraciones anuales, no lograron equiparar el tamaño y entusiasmo del primer año. El Día de la Tierra se había convertido en una reliquia de las protestas de principios de los años setenta.
Sin embargo, el destello de consciencia generado por el primer Día de la Tierra siguió creciendo. Las organizaciones populares, ahora denominadas organizaciones no gubernamentales u ONG, aumentaron en tamaño y poder. Grupos como Greenpeace, formado en Canadá en 1971, adaptó los principios de la desobediencia civil no violenta para crear consciencia pública en torno a la menguante población de ballenas y los riesgos de la energía nuclear. Nature Conservancy, creada en 1951, se rededicó a principios de los setenta a la preservación de la diversidad natural y comenzó a comprar tierra sin desarrollar para la preservación de la naturaleza
Instituciones venerables como Sierra Club y la Sociedad Nacional Audubon entablaron procesos enérgicos contra compañías de explotación forestal a fin de desacelerar la destrucción de bosques de muchos años. Las organizaciones no gubernamentales, financiadas mediante aportes del público y conformadas por abogados y educadores, así como científicos y naturalistas, se volvieron vigilantes enérgicos del medio ambiente, al tiempo que educaban al público y enjuiciaban a compañías y gobiernos para obligarlos a cumplir con la legislación que regula todo: desde las emisiones de las chimeneas y la calidad del agua, hasta los hábitats naturales de las especies en peligro de extinción.
En sus casas, los estadounidenses, a menudo instados por sus hijos, comenzaron a separar la basura doméstica para el reciclaje. A finales de los años ochenta, se establecieron programas de reciclaje en muchas comunidades. A mediados de los noventa, estos programas municipales ya rendían retribuciones: la cantidad de basura que se vaciaba, en los rellenos iba en notable descenso, y más de 20% de la basura municipal de los Estados Unidos se convertía en productos de utilidad.
Las corporaciones, bastante conscientes de los deseos del consumidor y del marco de referencia de las ganancias, comenzaron a promoverse como acordes al medio ambiente, al utilizar orgullosamente material reciclado en sus empaques y difundir comerciales por la televisión que hablaban de sus logros en la protección de la Tierra. Más importante fue la adopción por muchas empresas de manifiestas prácticas comerciales que aumentaban la eficiencia v disminuían la cantidad de desecho industrial. Estimulado por los consumidores y las ONG, forzado por la ley a cumplir con las normas en cuanto a calidad de aire y agua, y finalmente al percatarse de que los nuevos métodos podrían de hecho ser rentables, el sector privado aceptó su rol en la gerencia ambiental.
En 1990, el Día de la Tierra se recobró. Encabezado por Denis Hayes, organizador principal del primer Día de la Tierra, el del año 1990 fue internacional, y abarcó empresas, minorías étnicas y funcionarios públicos. Más de 200 millones de personas en todo el mundo, diez veces más que en 1970, participaron en actividades que reconocían que el medio ambiente había pasado a ser, finalmente, tema de interés público y universal. El impulso global continuó en 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED), celebrada en Río de Janeiro, Brasil, donde un número sin precedentes de gobiernos y ONG elaboraron documentos claves para el desarrollo sustentable de las economías ahora y en el futuro.
En 1995, presenció el XXV Aniversario del primer Día de la Tierra y fue un momento para evaluar el progreso ambiental del último cuarto de siglo. En los países occidentales, las noticias parecían buenas: el aire y el agua eran más limpios, los bosques se expandían y muchos indicadores ambientales también iban en ascenso. Sin lugar a dudas, la combinación en ocasiones volátil de legislación, juicios entablados por las ONG, educación pública y prácticas comerciales más eficientes, había logrado un efecto notable y positivo en el estado del medio ambiente.
Cuán buenas realmente eran estas noticias dependía de a quién se le preguntara. "Las leyes (del medio ambiente)... junto con innumerables esfuerzos privados alentados por la consciencia ambiental... han constituido un éxito sorprendente", escribió el reportero Gregg Easterbrook en la revista The New Yorker. "Tanto en los Estados Unidos, como en Europa, las tendencias ambientales son, en su mayoría, positivas; y las regulaciones ambientales, lejos de ser pesadas y costosas, han resultado ser bastante efectivas, han costado menos de lo previsto y han fortalecido, no debilitado, las economías de los piases que las aplicaron". La revista Environment, dirigida por una ONG importante, ofreció una evaluación más sombría: "El Día de la Tierra... ni ha generado una ciudadanía permanentemente activa, ni ha transformado el malestar general que socava la fe en la responsabilidad democrática. Aunque el movimiento ecologista ha hecho grandes avances desde 1970, institucionalmente así como en la consciencia pública, la seguridad del medio ambiente, en forma de tratamiento justo y la disposición de necesidades fundamentales para todos, sigue siendo hoy más evasivo que hace 25 años".
El caleidoscopio de actividades planeadas para el Día de la Tierra 1997 refleja esta vigorosa fusión de prácticas democráticas en pro del ambiente. La Universidad Estatal de Idaho en Pocatello, Idaho, está organizando un festival de una semana con una Ecoferia de comida, música y exhibiciones, varios foros (los temas comprenden "Salud ambiental: Calidad del aire y del agua en Pocatello" y "Cómo salvar la Tierra con tecnologías para limpiar el medio ambiente"), programas educativos para niños y adultos, y paseos por parajes naturales. Los estudiantes del Liceo Hermon en Hermon, Maine, realizarán talleres sobre el futuro del salmón atlántico en Maine, visitarán una represa donde se ayuda a esta especie en su trayecto aguas arribas y se le suelta en una corriente local donde se cría con ayuda de los estudiantes.
A mayor escala, el Festival anual del Día de la Tierra del Condado de Contra Costa, celebrado cerca de San Francisco, California, es el acontecimiento más exitoso del norte de California y es financiado con ventas de boletos y donaciones de los medios de comunicación locales, empresas, organismos oficiales y organizaciones no gubernamentales. Este año se presentará música en vivo en tres escenarios, áreas temáticas sobre pronóstico del tiempo, aves en peligro de extinción y automóviles eléctricos, así como cantidad de comida ambientalmente sana. Se espera la asistencia de más de 20.000 persona
A nivel global, la Asociación Nacional de Parques y Conservación (NPCA) contribuye con los grupos ciudadanos de Estados Unidos y el exterior a organizar eventos de Marcha Pro Parques, que beneficien directamente a sus parques locales, estatales y nacionales. Se organizan caminatas en zonas rurales y urbanas para recabar fondos. El dinero así recaudado se destina a parques locales y proyectos de restauración. Celebrados originalmente en 1990, proyectos pasados incluyen reparación de edificios y senderos históricos, plantación de árboles y jardinería, patrocinio de limpieza de parques y programas de reciclaje, así como adquisición de terrenos para nuevos parques. Los organizadores informan que en la Marcha Pro Parques de 1997 se recaudaron aproximadamente dos millones de dólares para parques de la comunidad, involucraron más de un millón de personas, y fue el acontecimiento nacional más grande del Día de la Tierra. Los 50 estados realizaron marchas y nueve países participaron para un total de 1.200 marchas en todo el mundo: la mayor jamas realizada. Los países que participaron fueron Rusia, Canadá, Arabia Saudita, Costa Rica, Brasil, Argentina, Suecia, Finlandia y España.
El Día de la Tierra, que empezó en 1970 como un movimiento de protesta, ha evolucionado hacia una celebración global del medio ambiente y de nuestro compromiso con su protección. La historia del Día de la Tierra refleja el crecimiento de la consciencia ambiental en el transcurso del último cuarto de siglo, y el legado del Día de la Tierra es la noción inequívoca de que el medio ambiente es objeto de inquietud universal.
"No olviden nunca, si quieren que la nación tome grandes decisiones sobre aspectos políticos, que el pueblo es la fuente del poder. Con él pueden hacer cualquier cosa, sin él, nada". Gaylord Nelson, Fundador del Día de la Tierra
DIA MUNDIAL DE LA TIERRA
LA TIERRA ES VIDA !
El 22 de abril de 1970, más de 20 millones de estadounidenses pusieron de manifiesto la fragilidad del planeta y el desinterés hacia éste por parte de sus habitantes.
Dos años después se celebró la primera cumbre mundial sobre medio ambiente en Estocolmo (Suecia) y hoy se celebran 40 años de este gran paso para la humanidad.
La celebración a nivel mundial busca que la humanidad tome consciencia sobre la conservación de toda la vida en el planeta, dedicando así unos pocos minutos a la reflexión sobre el estado de deterioro a que ha llegado “nuestra casa”, los recursos naturales, la educación ambiental, y la participación como ciudadanos ambientalmente conscientes y responsables.
Este día invita a participar en actividades que promuevan la salud del planeta, tanto a nivel global, como regional y local.
miércoles, 21 de abril de 2010
Organizaciones uqe apoyan la reforestacion
Organizaciones Internacionales para la Conservación
En la actualidad las organizaciones internacionales para la conservación actúan como consultores ambientales para los gobiernos y las grandes corporaciones interesadas en disminuir la contaminación, establecer áreas protegidas y conservar la biodiversidad. Algunas organizaciones como la Unión Internacional para la Conservación (IUCN), Conservación Internacional (CI), la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS), y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) actúan como mediadores entre políticos, poblaciones locales, científicos y grupos activistas que promueven la conservación. Estas organizaciones emprenden y apoyan una amplia gama de actividades relacionadas con la conservación, desde organizar conferencias internacionales hasta establecer en las comunidades proyectos de conservación para lograr decretos de parques y reservas. Estas organizaciones integran los hallazgos científicos más recientes en los esfuerzos de conservación, tomando en cuenta las realidades económicas.
Grupos Activistas
Algunos grupos activistas, como la Red de Acción de la Selva Tropical (RAN), el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (EDF), la Alianza del Bosque Lluvioso, el Guardián Amazónico, Amigos de la Tierra (FOE), y el Club Sierra promueven y financian la conservación del bosque lluvioso. Estas organizaciones apoyan y emprenden en las comunidades proyectos que involucran a la gente en la conservación. Además, vigilan los proyectos de desarrollo que tienen algún impacto sobre el bosque lluvioso, y llevan su mensaje a otras organizaciones, personas y gobiernos. Estos grupos promueven campañas en contra de las grandes corporaciones y los gobiernos responsables de la deforestación, e incitan a los consumidores a boicotear sus productos. Las presiones de las organizaciones ambientales en contra de estas compañías, junto con el boicoteo, muchas veces obliga a las empresas a adoptar métodos más ecológicos o a no involucrar la deforestación en su producción. Aunque los críticos afirmen que los boicots exitosos en el norte únicamente producen desvíos de las inversiones a los mercados que permanecen abiertos, sus campañas atraen la atención pública sobre la deforestación e incrementan la sensibilidad de la industria a los problemas del bosque lluvioso.
La Red de Acción de la Selva Tropical es una de las organizaciones más grandes del mundo, dedicada exclusivamente a proteger los bosques lluviosos del mundo. Su sede se encuentra en San Francisco y tiene un gran número de afiliados alrededor del mundo. La organización ha dirigido un gran número de campañas, muchas de las cuales han sido exitosas. RAN boicotea a las compañías como medio para presionar a aquellas que son responsables de la destrucción del bosque lluvioso.
RAN, junto con otras organizaciones, ha presionado a varias compañías para que lleven a cabo prácticas ecológicamente menos perjudiciales. Su primer gran boicot exitoso fue el de Burger King, que provocó que la cadena de comida rápida cancelara $35 millones en contratos de carne con Centroamérica. Desde entonces, la demanda de productos cárnicos ha disminuido y estos países han reducido la tala de bosque para la creación de pastizales. Recientemente, la campaña de FOE nombrada" La Caoba es Asesina" redujo las importaciones de 31,300 metros cúbicos en 1992 a 8,900 metros cúbicos en 1996.
Gracias a los esfuerzos de RAN y otros grupos, en noviembre del 2005, Goldman Sachs se convirtió en el primer banco global de inversión que adoptó una política ambientalmente amigable. La política reconoció el consenso científico acerca del cambio climático e hizo un llamado urgente para que la gente encargada de diseñar políticas y reguladores federales redujeran la emisión de gases invernadero. La decisión de Goldman Sachs produjo iniciativas similares por parte de J.P. Morgan, Citigroup y el Bank of America.
En la actualidad RAN y otros grupos están incitando a boicotear a Chevron-Texaco, la teca de Birmania (campaña "La Teca es Tortura"), la caoba (campaña "La Caoba es Asesina" ) y a Shell. En los últimos años, los gobiernos de algunas ciudades se han negado a comprar bienes o servicios de compañías que participen en la destrucción del bosque. En 1995, el gobierno de la ciudad de Berkeley, California, prohibió que las compañías con operaciones en Birmania —que ha sido sufrido una extensa deforestación y la violación de los derechos humanos a causa de las actividades comerciales— vendieran bienes al gobierno de la ciudad. Las compañías afectadas por el bloqueo fueron Pepsico, Texaco y Unocal. En 1996, en respuesta a la ejecución en la horca de algunos lideres ambientalistas de Nigeria, el concejo de la ciudad de Toronto rechazó una propuesta de Shell para abastecer de combustible a los vehículos de la ciudad. En 1997, Berkeley vetó a las compañías con operaciones en Nigeria de los contratos gubernamentales de la ciudad. De acuerdo al EDF, algunos condados o municipios que han prohibido el uso de madera tropical producida de modo no sustentable son Baltimore, Bellingham, Harrisburg, Los Ángeles, Ottawa, San Francisco, Santa
Organizaciones Privadas de Financiamiento
Además de las organizaciones para la conservación, las corporaciones privadas han sido las responsables de financiar proyectos que ayudan a conservar el medio ambiente. Recientemente Motorola se sumó a los esfuerzos para la conservación del Fondo Mundial para la Naturaleza, al mejorar las capacidades de comunicación de la organización en áreas remotas. Actualmente la WWF cuenta con dispositivos de rastreo de primera clase y excelentes medios de comunicación para el trabajo de campo
Que busca la reforestacion
Con las reforestaciones se busca proteger el suelo que es la fuente de vida de cualquier ecosistema, servir de medio para que el agua se infiltre en el subsuelo y se recarguen los mantos acuíferos.
Otro motivo fundamental por el cual reforestar es la captura de carbono. Los árboles a través de la fotosíntesis fijan el bióxido de carbono en sus hojas, el carbono lo convierten en madera y el oxígeno lo liberan a la atmósfera, con ello cumple dos funciones: bajar el bióxido de carbono que es un contaminante y al mismo tiempo liberar oxígeno.
Sin embargo las reforestaciones y forestaciones, no se hacen por hacer, preparase para reforestar no es tarea fácil.
Otro motivo fundamental por el cual reforestar es la captura de carbono. Los árboles a través de la fotosíntesis fijan el bióxido de carbono en sus hojas, el carbono lo convierten en madera y el oxígeno lo liberan a la atmósfera, con ello cumple dos funciones: bajar el bióxido de carbono que es un contaminante y al mismo tiempo liberar oxígeno.
Sin embargo las reforestaciones y forestaciones, no se hacen por hacer, preparase para reforestar no es tarea fácil.
El dia del arbol ¿EXISTE?
El origen del Día del Árbol nos lleva al año 1872, a Nebraska, en el Corazón de los Estados Unidos. El pionero Julius Sterling Morton de Detroit se estableció junto a su familia en las Llanuras de Nebraska en 1854. Entusiastas de la naturaleza, los Morton se dieron cuenta de que los alrededores carecían de árboles y plantas, entonces decidieron plantar árboles, flores y arbustos. El sugirió que los árboles servirían como fuente valiosa de leña y de preservación del suelo del estado de las praderas.
Unos años más tarde, Morton sugirió que debería escogerse un día para plantar árboles. Los habitantes de Nebraska respondieron de forma tal que un millón de árboles aproximadamente fueron plantados el primer Día del Árbol, el 10 de abril de 1872. En 1874, el Gobernador Robert W. Furnas proclamó y celebró tal primer día festivo llamado Día del Árbol. Más tarde en esa década, otros estados aprobaron una legislación similar para celebrar el Día del Árbol. En 1882, Cincinnati se convirtió en el primer distrito escolar del país en reconocer este día festivo, dado que el director de la escuela suspendió las clases durante ese día para permitir que los niños participaran de las actividades del Día del Arbol.
Hoy, es común que los estados celebren el Día del Árbol el último viernes de abril, a pesar de que varía dadas las cambiantes condiciones climáticas.
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